Una ola de diarrea en Gran Bretaña: los investigadores estudian los parásitos intestinales

Desde mediados de agosto se ha producido un aumento de las enfermedades entéricas en Gran Bretaña. Esto es lo que se sabe sobre el misterioso aumento.

Se trata de un brote “sin precedentes”: ha habido un aumento significativo de los casos de diarrea en el Reino Unido desde agosto de este año. Así lo informó Eurosurveillance, una revista científica centrada en la vigilancia, epidemiología, prevención y control de enfermedades infecciosas.

El culpable es el parásito intestinal Cryptosporidium, también conocido como Crypto. El informe habla de un “aumento continuo y sin precedentes de los casos de criptosporidiosis”. Sólo en una semana de septiembre se registraron 500 casos, cinco veces más de lo habitual para esta época del año.

Los científicos que trabajan en este tema aún no tienen claras las causas. El caso está siendo investigado y se ha creado un cuestionario. En este se pregunta a los afectados sobre viajes al extranjero, contacto con alimentos y agua e interacción con animales.

Los resultados preliminares sugieren que muchos casos pueden estar relacionados con viajes internacionales, especialmente a España y otros países mediterráneos. La natación y el uso de piscinas también pueden contribuir. El informe continúa: “Sin embargo, en esta etapa, no se puede descartar que otras fuentes, como los alimentos contaminados, estén contribuyendo al excedente”.

Los parásitos microscópicos infectan los intestinos y provocan diarrea acuosa. Después de la infección, los huevos se excretan en las heces y pueden transmitirse a otras personas. Los ovoquistes son una etapa de desarrollo en el ciclo de vida de los parásitos unicelulares que pueden sobrevivir fuera de su huésped durante largos períodos de tiempo.

La vía de infección más común es a través del agua. Debido a que los huevos son muy tolerantes al cloro, las piscinas se consideran de alto riesgo. Por lo tanto, las autoridades sanitarias recomiendan a cualquier persona que padezca dicha enfermedad que no nade y espere 14 días después de la infección.

La enfermedad generalmente no amenaza la vida de personas sanas. Sin embargo, para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, puede tener consecuencias graves y, en el peor de los casos, incluso provocar la muerte. En personas sanas, la infección se caracteriza por diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal, deshidratación, pérdida de peso y fiebre. En el brote del Reino Unido, más de la mitad de los participantes dijeron que sus síntomas duraron más de diez días.