noviembre 24, 2024

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Un nuevo superdeportivo que trasciende todos los límites

Un nuevo superdeportivo que trasciende todos los límites

Una cosa es segura en Bugatti: cada nuevo modelo debe superar a su predecesor en todos los aspectos. El tourbillon lo consigue sin esfuerzo, incluso teniendo en cuenta el precio.

Bugatti presenta su último superdeportivo: un coche para siempre, como prometió el fabricante. Como tercer modelo de una larga y legendaria serie después del Veyron y el Chiron, el superdeportivo pretende superar una vez más los límites de lo técnicamente posible. Como mínimo alcanzará rangos de precios inesperados. El telón del Bugatti Tourbillon.

El tourbillon es una evolución del diseño de Bugatti: más plano, más delgado y más deportivo que sus predecesores. Elementos característicos como la parrilla del radiador en forma de herradura y la “Bugatti Line” siguen presentes, pero se complementan con mejoras aerodinámicas: el difusor oculto y el alerón trasero extensible, por ejemplo, mejoran la presión de contacto con la carretera a altas velocidades.

El corazón del tourbillon es un motor V16 de nuevo desarrollo con una cilindrada de 8,3 litros y 1.000 CV. También hay tres motores eléctricos adicionales de 800 CV, alimentados por una batería de 800 voltios de 25 kWh. Esta tecnología híbrida permite una autonomía puramente eléctrica de hasta 60 kilómetros.

Bugatti nunca fabricó pesos ligeros. Sólo los potentes motores pesan unos 400 kilogramos. Al tourbillon se le ha añadido tecnología híbrida y, con ella, peso adicional. Pero debido a que Bugatti suele trabajar con materiales livianos como aluminio y carbono, el nuevo modelo es más liviano que sus predecesores. Las prestaciones son impresionantes: 0 a 100 km/h en dos segundos, 0 a 200 km/h en cinco segundos y una velocidad máxima de 445 km/h.

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No es sólo el rendimiento lo que debería impresionar, sino también el diseño interior. Los instrumentos, por ejemplo, proceden de un relojero suizo y las decoraciones de cristal y aluminio adornan la consola central. La pantalla sólo es visible desde el salpicadero tapizado en cuero a petición del conductor. En lugar de los clásicos tweeters, los paneles de las puertas y el puesto de conducción sirven como superficies resonantes. Por cierto: los asientos están fijos de forma permanente y no se pueden ajustar; en cambio, los pedales y el volante se acercan al conductor cuando es necesario.

Bugatti sólo quiere producir 250 ejemplares del tourbillon a partir de 2026. El precio inicial es de 4,5 millones de euros.