Albert Einstein en sus estudios en Berlín, fotografiado por R. Sineke en 1921
Foto: Alianza Imagen / akg-images
¿Por qué tantos científicos seculares trabajan tan duro para refutar las teorías de Einstein? Porque obviamente está mal querer pensar en todo por tu cuenta.
aHay un casillero especial en el Instituto de Física Teórica de Heidelberg. Contiene aplicaciones recopiladas y alimentadas durante décadas por personas que quieren señalar errores supuestamente graves en la base de conocimientos de la corriente científica principal. La puerta del gabinete está decorada en broma y con advertencia con calaveras. En él se pueden encontrar grandes títulos: un panfleto contra la astrofísica, “La Luna Menetekel”, Fórmulas universales, instrucciones para construir una máquina de movimiento perpetuo, diseños de máquinas de energía de vacío. Y una y otra vez la demoledora refutación del oponente favorito: Albert Einstein.
Einstein siempre ha sido un personaje seductor. Conocido por el público más que cualquier otro científico, ha sido atacado repetidamente por sus nuevas definiciones de términos como espacio y tiempo, que no corresponden a la intuición cotidiana. Hoy, los refutados de Einstein son una raza especial de opositores al consenso científico. A menudo son lobos solitarios. Manejan sitios web, escriben cartas, correos electrónicos y volantes, y algunos dan conferencias públicas. A diferencia de los que niegan el cambio climático, no tienen cabildeo. Ninguna industria está amenazada por los resultados de la relatividad especial. Y a diferencia de los críticos de las medidas de Corona, Einstein niega la rebelión sin aparente angustia emocional: ningún restaurante ha cerrado debido a la onda gravitacional.
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