SoyEn Argentina, estos días autos y motos hacen fila frente a las gasolineras. La razón es una de las perturbaciones más graves en el suministro de combustible de los últimos años. Argentina, un importante productor de petróleo de esquisto, está luchando con problemas en su sector de refinación y una escasez de divisas para las importaciones. Innumerables gasolineras de todo el país llevan días esperando el suministro de gasolina y diésel. Muchos tuvieron que detener sus operaciones temporalmente debido a que se quedaron sin suministros o vendieron raciones. El importante sector agrícola del país también se ha visto afectado.
Los primeros indicios del apagón aparecieron el lunes. Aún así, la crisis del combustible ha enojado a muchos argentinos y ha impulsado la campaña presidencial entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el populista libertario Javier Millay. Miley culpa al gobierno por el problema. Miley dijo que la situación sería “una postal del futuro” si el gobierno es reelegido. El modelo de “casta” gobernante siempre termina de la misma manera: escasez y aumento de precios.
La inflación es casi del 140 por ciento.
Representantes de la industria señalaron una falta de capacidad en las refinerías que producen el 80 por ciento del combustible argentino. La agencia de noticias Reuters citó a un gerente diciendo que el banco central no tiene dólares para las importaciones que necesita. Incluso si pudieran importar, las refinerías sufrirían pérdidas ya que el precio en el surtidor es mucho más bajo que el precio de mercado. Si bien el precio internacional es de 86 dólares el barril, el gobierno argentino ha fijado los precios locales del petróleo en 56 dólares el barril para controlar la inflación, que ha aumentado casi un 140 por ciento en los últimos 12 meses.
Massa, ministro de Economía y candidato presidencial, ordenó al petróleo y a las refinerías que resolvieran la crisis de suministro el martes por la noche o el gobierno tendría que detener las exportaciones de crudo de la gigantesca formación de esquisto de Vaca Muerta. “Protegeré el suministro interno, protegeré el consumo de Argentina”, dijo Massa. MASA cuenta con el apoyo de los sindicatos que han amenazado con hacer huelga a partir del miércoles si no se alivia la situación. Los mayores productores de combustible del país han presentado un plan al gobierno para que las gasolineras vuelvan a su plena capacidad y repongan los inventarios. Por ejemplo, debería acelerarse la descarga de los petroleros que ya están fondeados.
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