Cuando se trata de tejido adiposo, la mayoría de las personas primero piensan en almohadillas molestas que se ven feas y son difíciles de eliminar. Pero los depósitos de energía también tienen funciones importantes para nuestro metabolismo.
No es sólo el porcentaje de grasa corporal el factor determinante para la salud. El entrenamiento regular también puede mejorar el tejido adiposo de una manera que protege contra las enfermedades relacionadas con la edad. Este es el resultado de un estudio realizado por la Universidad de Copenhague.
Las grasas como fuente importante de energía
Los depósitos de grasa en el cuerpo tienen funciones importantes en el mantenimiento de nuestro metabolismo. Como todas las células del cuerpo, las células grasas contienen mitocondrias. Estos producen la energía de la célula ATP a partir de hidrógeno y oxígeno. La conversión produce desechos, que son radicales libres de oxígeno, que son tóxicos. Las mitocondrias sanas pueden descomponer de forma independiente estos radicales de oxígeno tóxicos. Pero con la edad, la función mitocondrial disminuye. Si los productos de desecho ya no se pueden descomponer, pueden provocar enfermedades mitocondriales secundarias, como cáncerY el diabéticoY el Enfermedad cardiovascular Y el Alzhéimer para liderar1
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Investigación de la función del tejido adiposo en hombres daneses
Incluso si el proceso de envejecimiento no se puede revertir, un alto nivel de ejercicio puede al menos evitar que el tejido graso pierda gradualmente su función. Esto es según un estudio de la Universidad de Copenhague que analizó la relación entre el envejecimiento, el ejercicio y el mantenimiento de la función del tejido adiposo en los hombres.
El estudio analizó a hombres de entre 20 y 32 años que no estaban entrenados y hombres de 62 a 73 años que no habían hecho nada, moderadamente o mucho ejercicio en su vida. Todos los participantes del estudio estaban sanos y tenían un índice de masa corporal de menos de 30. Los investigadores extrajeron muestras de sangre y realizaron una biopsia de tejido graso subcutáneo. Luego examinaron las muestras tomadas para medir la función mitocondrial de las células grasas, así como los factores metabólicos en el tejido adiposo blanco y el plasma sanguíneo.2
El resultado fue sorprendente: la función de las mitocondrias para la producción de energía se redujo significativamente en las personas mayores en comparación con los participantes más jóvenes, sin importar cuán bien entrenados estuvieran. Pero las células grasas de los hombres mayores que han entrenado toda su vida pueden producir más del doble de energía que sus homólogos no entrenados. Además, tenían significativamente más mitocondrias que los no entrenados.
El tejido graso se puede mejorar a través del entrenamiento
La conclusión de los científicos: el entrenamiento regular puede mejorar la función de las células grasas, reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad. En un comunicado emitido por la universidad, el líder del estudio Anders Gudixen, profesor asociado del Instituto de Biología de la Universidad de Copenhague explica: “Aunque la función mitocondrial disminuye con la edad, podemos ver que un alto nivel de ejercicio de por vida tiene un fuerte efecto de equilibrio .” Nuestros resultados son que en realidad se puede entrenar el tejido graso duro, pero no es necesario andar en bicicleta 200 km por semana para lograr un efecto positivo. Lo que no debes hacer es no moverte en absoluto”.3
Limitaciones del estudio
El profesor Gudixen y sus colegas enfatizan que el estudio no puede considerarse representativo. Finalmente, solo se estudiaron varones en ciertos grupos de edad. Además, ninguno de los participantes estaba en tratamiento médico o tomando medicamentos recetados en el momento de las exploraciones, lo que ciertamente no es coherente con la mayoría de la población. Se está planeando más investigación en esta área.
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