Porteño
Luis Caputo, de 58 años, supuestamente ha sido bendecido con un hogar inestable desde que comenzó a considerar seriamente convertirse en ministro de Finanzas de Argentina. El nuevo presidente Javier Milei aún no ha incorporado oficialmente al economista a su lista de gabinete, pero todos los medios nacionales ya informan que Caputo asumirá el puesto más duro del país, a pesar de la oposición de su esposa y sus cuatro hijos.
Argentina está amenazada por una alta inflación
El nuevo ministro de finanzas tendrá un desastre. Las reservas de divisas superan los 10.000 millones de dólares y los préstamos para importaciones ya realizados superan los 50.000 millones de dólares. Con una inflación interanual del 144% en octubre, el país fácilmente podría caer en una hiperinflación desastrosa.
Miley considera que la llamada “bomba Lelik” es demasiado peligrosa. En los bancos del país se han acumulado grandes transferencias de liquidez del banco central. Estos pagarés aumentaron debido a las continuas nuevas emisiones del gobierno electo. Ahora estos billetes valen casi tres veces el dinero total en circulación.
El recién elegido presidente Millay quiere acabar con el problema, evitando un éxodo importante del peso. Una propuesta más convincente provino de Anchor, una firma consultora local. Su jefe Luis Caputo quiere sustituir Lelix por un bono en dólares de ley extranjera. Caputo cree que Argentina, a pesar de sus terribles crisis, puede aprovechar buenas oportunidades en los mercados financieros si presenta un plan fiscal audaz y creíble.
Persuadir a Wall Street
Caputo parece ser el hombre indicado para convencer a Wall Street. Se le considera un experto en el mercado de capitales. Durante varios años fue alto ejecutivo del negocio de valores de JP Morgan y Deutsche Bank, donde dirigió el negocio de Argentina de 2003 a 2008. De 2015 a 2017 ganó inversores privados para la Argentina en Nueva York. Caputo asumió la presidencia del banco central en 2018, pero dejó el cargo tras una disputa con el Fondo Monetario Internacional.
Millay ha declarado que es necesario congelar Lelix antes de otras reformas importantes. Las restricciones monetarias se levantarán sólo cuando los intercambios ya no sean una amenaza. A diferencia de Milei, Caputo no es considerado partidario de cerrar el banco central e introducir el dólar como medio de pago.
More Stories
La política radical de Javier Mili y sus consecuencias para la Argentina
Gobierno del estado de Baja Sajonia: Weil viajará a Brasil y Argentina en 2025
Dictadura militar en Argentina: política histórica con la motosierra