En septiembre de 2023, Argentina anunció su estrategia nacional de hidrógeno. Para 2050, se podrían producir entre 5 y 7,5 millones de toneladas de hidrógeno de bajas emisiones al año. Alrededor del 20 por ciento de esta cantidad de hidrógeno se utilizará para la descarbonización de la industria argentina y la producción de combustibles sintéticos en Argentina. El millón de toneladas restantes de hidrógeno se destina a la exportación. Las instalaciones de producción pertinentes deberían estructurarse para que puedan vincularse fácilmente al comercio mundial mediante una logística adecuada. Las zonas portuarias son especialmente adecuadas para esto, ya que en el futuro también podrán utilizar infraestructuras de gas natural y terminales de GNL.
Para alcanzar estos objetivos de producción, Argentina prevé instalar al menos 30 gigavatios (GW) de capacidad de electrólisis y 55 GW de generación eléctrica renovable. El ambicioso plan representa un aumento de 12 veces en la capacidad actual de generación de energía renovable y más del doble de la capacidad total de generación de electricidad del país. Esta transición hacia fuentes de energía renovables será fundamental para la producción eficiente de hidrógeno verde.
Argentina, el segundo país más grande de América del Sur, hasta ahora ha dependido enteramente de los combustibles fósiles y la energía nuclear para la producción de energía. Argentina se encuentra en una situación desesperada en la reducción de emisiones de CO₂. La presión política de la comunidad internacional continúa aumentando aquí. La extracción extensiva de gas de esquisto con una gran demanda de agua plantea muchas dificultades.
Aunque la Estrategia Nacional del Hidrógeno exige una expansión de 55 GW de generación de electricidad renovable, la expansión de la generación de electricidad renovable hasta ahora ha sido menor de lo esperado. “Existe un gran potencial de expansión en las energías renovables (ER), por ejemplo, la energía eólica y solar, la biomasa o la producción de hidrógeno verde, pero también en el sector del petróleo y el gas”, resumió Carl Moses en un informe para el comercio alemán. Inversión (GTAI).
El verdadero avance para la energía eólica y solar se produjo cuando Mauricio Macri fue presidente de 2015 a 2019. Los planes eran ambiciosos; La proporción de energía renovable en el consumo total de electricidad debería aumentar del dos al 20 por ciento en 2025 y al 25 por ciento en 2030. Cuando la economía argentina se hundió en una profunda crisis en 2018, estos proyectos no pudieron financiarse adecuadamente.
Al mismo tiempo, desde hace décadas se viene desarrollando un sistema del sector privado para la producción de hidrógeno verde en torno a la empresa energética Capsa-Capex. Según GTAI, la filial Hychico comenzó a producir hidrógeno verde en 2008. Con la financiación adecuada, estos programas pueden desarrollarse aún más.
A partir de 2020, el impulso a la economía del hidrógeno proviene de la petrolera estatal YPF. La empresa organizó un consorcio de 30 empresas para avanzar en la producción de hidrógeno en Argentina. En el consorcio también participan las empresas alemanas Siemens Energy y Abo Wind.
Autor: Alexandra Fedorska
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