Un experto en salud le dijo a EURACTIV que los enfoques integrados deberían permitir que las personas con diabetes se encarguen de su propio control.
Los enfoques integrados en la atención médica tienen como objetivo aumentar la colaboración entre las diferentes partes interesadas y los proveedores de atención médica para garantizar una mejor atención al paciente.
Este enfoque puede ser especialmente valioso para las personas con diabetes, ya que a menudo interactúan con una variedad de profesionales y profesionales de la salud, desde cardiólogos y médicos de familia hasta enfermeras y oftalmólogos.
Según Chantal Mathieu, profesora de Medicina en KU Leuven y presidenta del Foro Europeo de la Diabetes (EUDF), es crucial organizar el curso de la atención de manera que la persona con diabetes sea el centro.
“A veces, los cardiólogos dicen ‘haz algo’ mientras que las enfermeras dicen ‘haz algo’, lo cual es muy confuso para una persona con diabetes”, dijo a EURACTIV.
La pandemia ha demostrado los beneficios de un enfoque coordinado en lugar de trabajar en departamentos individuales. “La atención integral significa que una persona con diabetes controla todo lo que le sucede”, explicó.
Además de las nuevas tecnologías y la recopilación de datos, la atención integral fue una de las tres políticas Recomendacionesdesarrollado por EUDF después de un proyecto de un año en el que participaron más de 45 profesionales.
“Elegimos estos tres puntos clave de acción antes de la pandemia porque pensamos que cubrirían las necesidades más importantes y eso confirmó la situación en el mundo real”, dijo.
Por ejemplo, la pandemia ha demostrado cuán importantes son los datos y los registros. En el primer año de la pandemia, dijo Matthew, “actuamos a ciegas y es posible que a veces hayamos hecho algo incorrecto”, lo que atribuyó a la falta de información disponible sobre el virus.
“Si tiene datos sobre las personas que tienen diabetes, y luego pone esa información en práctica, puede tomar decisiones políticas y determinar cuántos recursos se necesitan”, agregó.
Para que la atención integral funcione
La educación y la información también pueden desempeñar un papel en la introducción del concepto de atención integrada, ya que las escuelas de medicina y paramédica capacitan a los futuros médicos, enfermeras y nutricionistas jóvenes.
Matthew, citando su universidad privada, KU Leuven, dijo que algunas escuelas ya han integrado la atención integrada en el plan de estudios.
Explicó que en el ámbito profesional, los sistemas de incentivos pueden contribuir a una mejor inclusión en el cuidado de la salud. Bélgica, por ejemplo, ofrece una bonificación de 80 € al año por reunir a médicos de familia y endocrinólogos.
Otro elemento clave en la implementación de este enfoque, dice Matthew, es poner a las personas con diabetes al frente de las discusiones sobre el cuidado y tener en cuenta sus sugerencias.
Las herramientas digitales han ayudado a los diabéticos a disfrutar de más libertad durante los últimos 10 años con la explosión de nuevas tecnologías, como los sensores para la medición continua de los niveles de azúcar en sangre o las bombas de insulina.
Las personas con diabetes tipo 1 también pueden usar aplicaciones y plataformas digitales para tomar decisiones sobre su tratamiento o simplemente para obtener ayuda con un estilo de vida saludable.
Quizás lo más fácil sea convencer a las personas con la enfermedad de la importancia de las nuevas tecnologías. “Atraer a los responsables de la formulación de políticas, así como a los profesionales de la salud, no es tan fácil”, dice Matteo.
“Mejor Juntos” y más allá
La Comisión Europea lanzó recientemente una iniciativa titulada “Salud Juntos” para ayudar a los estados miembros a reducir la carga de enfermedades no transmisibles en la Unión Europea.
La iniciativa, financiada con 156 millones de euros del programa de trabajo EU4Health 2022, cubre la diabetes y otras enfermedades no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades respiratorias crónicas.
“Estamos muy orgullosos de que la iniciativa aborde específicamente la diabetes. No queremos que la diabetes sea vista solo como un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular: la diabetes en sí misma es una enfermedad grave”.
Añadió que, como enfermedad que afecta a más de 60 millones de personas en Europa, merece una atención adecuada, adaptada a las necesidades de las personas con diabetes.
Aparte del nuevo impulso que rodea a las enfermedades no transmisibles, los políticos de la UE parecen estar cambiando su enfoque de la salud: se habla de dar a Bruselas más poder en esta área.
“Espero que la próxima generación vea que Europa tiene un mayor papel de liderazgo en la regulación de la atención médica y tiene una visión de hacia dónde deberían ir las cosas”, concluye Matteo.
[Bearbeitet von Nathalie Weatherald/Zoran Radosavljevic]
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