Los empleados están “hartos”: aumenta la presión sobre las empresas automovilísticas estadounidenses

Los empleados están “hartos”
La presión sobre las empresas automovilísticas estadounidenses está aumentando

17 de septiembre de 2023 a las 21:03

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En Detroit, todos los principales fabricantes de automóviles están en huelga. El sindicato United Auto Workers exige un fuerte aumento de los salarios teniendo en cuenta las ganancias de los fabricantes de automóviles. Actualmente 12.700 empleados han dejado de trabajar. Si sus demandas no son escuchadas, podrían ampliar la huelga.

El líder del sindicato United Auto Workers (UAW) ha amenazado con ampliar las huelgas en los tres mayores fabricantes de automóviles de Estados Unidos. “Si no recibimos mejores ofertas (…) intensificaremos aún más el proceso”, dijo a CBS el presidente de la UAW, Sean Fine. “Estamos dispuestos a hacer lo que tengamos que hacer”. Los sindicalistas están “hartos”. Los empleados de los “tres grandes” (General Motors, Ford y Stellantis con la marca Chrysler) dejaron de trabajar por primera vez el viernes por la noche en varias plantas al mismo tiempo.

A la luz de los beneficios de los fabricantes de automóviles, los sindicatos exigen importantes aumentos salariales, exigencia que también cuenta con el apoyo del presidente estadounidense, Joe Biden. Sin embargo, el conflicto laboral también lo pone en un aprieto: tradicionalmente se presenta como muy favorable a los sindicatos, pero un revés en la economía estadounidense podría arruinar sus esperanzas de reelección en poco más de un año.

Según el sindicato, 12.700 de los 150.000 trabajadores representados por el UAW participan actualmente en la huelga. Se vieron afectadas la planta de General Motors en Wentzville (Misuri), la planta de Stellantis en Toledo (Ohio) y la planta de Ford en Wayne (Michigan).

Los “Tres Grandes” volvieron a conseguir grandes beneficios

La UAW exige un aumento salarial de alrededor del 40 por ciento en cuatro años. Según ellos, esto corresponde al aumento de los ingresos de los altos directivos. Muchos trabajadores también señalan los bajos salarios y los recortes de beneficios que sufrieron después de la crisis financiera de 2008, cuando General Motors y Chrysler se declararon en quiebra.

En los últimos años, las empresas de las “Tres Grandes” han vuelto a conseguir elevados beneficios. Según el presidente del sindicato, los empresarios aún no superan el 20 por ciento en su oferta. Las negociaciones tampoco avanzaron en otras demandas, como días adicionales de vacaciones.