Huracán Otis arrasa Acapulco: al menos 27 muertos

Al menos 27 personas murieron en la localidad costera mexicana de Acapulco cuando pasó el huracán Otis. Cuatro personas más están desaparecidas, dijo el jueves la ministra de Seguridad, Rosa Isela Rodríguez, en una conferencia de prensa presidencial.

Lo inusual es que Otis pasó de ser una tormenta tropical a convertirse en un huracán extremadamente peligroso en apenas doce horas. Según los expertos, la rápida intensificación de los huracanes se debe al cambio climático. Debido a que las temperaturas de la superficie del océano están aumentando, los huracanes no sólo pueden absorber más vapor de agua, sino que también lo hacen a un ritmo cada vez más rápido.

Acapulco, en el estado sureño de Guerrero, tiene una población de aproximadamente 780.000 habitantes y es uno de los balnearios más famosos y tradicionales de México. Otis tocó tierra allí la madrugada del miércoles (hora local) como un huracán extremadamente peligroso de categoría 5, con vientos de unos 270 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 330 kilómetros por hora.

Las imágenes publicadas por los medios mostraban, entre otras cosas, zonas devastadas de la costa de la ciudad. Deslizamientos de tierra y árboles arrancados de raíz cerraron carreteras y autopistas.

El Servicio Meteorológico Mexicano dijo que la tormenta finalmente se disipó sobre tierra. Al mismo tiempo, advirtió que los efectos del huracán Otis podrían provocar lluvias “fuertes” en Guerrero y lluvias “fuertes” en el vecino estado norteño de Michoacán.

Después de que pasó el huracán, la zona afectada permaneció en gran medida aislada del mundo exterior y las redes eléctricas y de telefonía móvil quedaron interrumpidas. Foro TV informó el miércoles por la tarde (hora local) que un pescador que quería proteger su barco murió en la tormenta.

Según informes de los medios, alrededor de 100.000 turistas permanecieron atrapados en sus hoteles en Acapulco. Al principio no se dieron más detalles al respecto ni si los turistas alemanes también se vieron afectados. La torre de control del aeropuerto resultó dañada y los caminos rurales quedaron intransitables debido a deslizamientos de tierra y escombros. Otis también destruyó el sistema de alerta temprana de terremotos en la costa del Pacífico mexicano.

El operador anunció el miércoles que se había perdido la comunicación con al menos 27 de los aproximadamente 100 sensores de la red de vigilancia de terremotos. Si se produce un fuerte terremoto cerca de sensores dañados, no se podrá advertir a tiempo a los residentes.