Actualizado el 13/05/2022 a las 16:53
- Parte de la forma de vida argentina está desapareciendo.
- El Mercado de Liniers, el famoso mercado de ganado en el corazón de la capital porteña, cierra sus puertas 122 años después.
- Los vecinos llevan días quejándose.
122 años después, el último mazo cayó sobre el Mercado de Ganado de Liniers en Buenos Aires. El viernes, se volvió a subastar ganado y terneros en un área de 34 hectáreas en la capital argentina, Maduro, antes de que el mercado cerrara sus puertas. A partir de la próxima semana, los animales se venderán en el nuevo mercado de ganado de Connolly, en las afueras de la ciudad. “Tiene muchos beneficios operativos”, dijo Oscar Subaru, responsable del mercado.
Se venden hasta 30.000 cabezas de ganado al día
El Mercado de Liniers abrió en 1900. Durante su apogeo, se vendían 30.000 cabezas de ganado al día en los mercados de ganado más grandes del mundo. Sin embargo, más recientemente, solo abrió tres veces por semana, vendiendo un promedio de 7.000 cabezas de ganado al día. Si bien ahora se venden muchos más animales directamente de las granjas a los mataderos, el precio de referencia de la carne argentina aún se determina en el mercado tradicional.
Hoy en día, el mercado al aire libre parece estar obsoleto: se entrega ganado, se traen carruajes tirados por caballos a las puertas y los compradores se amontonan en corrales y subastan sus animales. Mercado de Linears siempre representa una cultura goucho tradicional en medio de la moderna metrópolis de Buenos Aires.
La medida se finalizó en 2007, pero se pospuso varias veces. Los vecinos también se quejaron de la congestión del tráfico. “Cada día llegan a la ciudad de 300 a 400 contrabandistas de ganado de los alrededores, donde el ganado es vendido, cargado y devuelto a los mataderos de la ciudad”, dijo el ganadero Carlos a Colombo TV. “No tiene sentido”.
La gente de Argentina todavía come más carne de res en el mundo
La ganadería una vez enriqueció a Argentina y sigue siendo un factor económico importante en la actualidad. Cerca de 53 millones de cabezas de ganado pastan en los pastos de la Pampa. Los argentinos comen cada vez menos carne vacuna, pero con un consumo per cápita de 47,7 kg al año, siguen estando por delante de Uruguay, Estados Unidos y Brasil.
Además, el ganado paga las divisas extranjeras que tanto se necesitan en el ajustado tesoro estatal: la carne de res representa el cinco por ciento de las exportaciones totales de Argentina. El año pasado, los ganaderos argentinos vendieron carne vacuna en el extranjero por un valor de 2.800 millones de dólares. Los principales clientes son China, Israel, Chile y Alemania. (dpa/hau)
© dpa
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