Los planes de reforma del nuevo presidente argentino Millay se han estancado. El político libertario de derecha también ha descartado la reforma fiscal y de pensiones, con la esperanza de asegurarse una mayoría en el parlamento.
El nuevo presidente argentino, Javier Milei, que asumió el cargo con promesas de reformas radicales, está haciendo más recortes en sus programas ante una creciente oposición. Su gobierno redujo el proyecto de paquete legislativo el viernes al eliminar la reforma tributaria y de pensiones del ambicioso plan.
Con las concesiones, Milley espera obtener el apoyo de otros partidos en el Congreso para su plan de reforma. Su partido, La Libertad Avanza, tiene sólo un pequeño número de escaños y es la tercera fuerza más fuerte en el fragmentado parlamento.
El proyecto de ley se debatirá a partir del martes. El Senado también debe aprobar el paquete. Los partidos de oposición exigen cambios de gran alcance y amenazan con romper el texto en debates separados. Uno de los planes previamente archivados era privatizar la petrolera estatal YPF.
Libertario de derecha proyecto
La Ley Ómnibus afecta a cambios en cientos de leyes. Es la herramienta central para reducir el aparato gubernamental, reducir las regulaciones, reducir los subsidios, privatizar empresas estatales y recaudar beneficios sociales. Elegida con una agenda libertaria de derecha, Miley promete sacar a Argentina de años de miseria liberando la economía.
El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo el viernes que los cambios a la ley general podrían eliminar el enorme déficit presupuestario. Según Caputo, la inflación actualmente supera el 200 por ciento. Sin embargo, en las últimas dos semanas su aumento se ha ralentizado significativamente.
Resistencia entre el pueblo
En Argentina, sin embargo, está empezando a formarse oposición a la tendencia de Myles. Según los sindicatos, más de un millón de personas dejaron de trabajar durante una huelga general el miércoles.
La central sindical CGT habló de 1,5 millones de huelguistas, una décima parte de la población oficialmente activa. El gobierno y la policía informaron cifras mucho más bajas. La CGT había convocado una huelga contra las reformas del gobierno.
Según encuestas recientes, Miley todavía cuenta con el apoyo de la mitad de la población. Cuando fue elegido en noviembre, recibió el 55,6 por ciento de los votos. Sin embargo, las reacciones a sus reformas están divididas: una gran parte de los argentinos apoya innovaciones como la simplificación del divorcio, el aumento de las tasas de matrícula para los extranjeros y la abolición de los códigos de área. Sin embargo, los poderes especiales para el gobierno, la privatización o la reforma de las pensiones encuentran un rechazo generalizado.
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