Eisenach/Buenos Aires- El mandril único de dos tiempos del Wartburg 311 es conocido por casi todos en su ciudad natal de Eisenach. El clásico del diseño con su motor de tres cilindros retumbó a través de las vastas extensiones de la pampa argentina, increíblemente inaudito. Más cierto…
La hermana latina olvidada de Wartburg: ¡La historia de “Gracilla”!
Entre 1962 y 1964 se construyeron en tierra de gauchos un total de 511 311 sedanes latinos. Más precisamente: son similares, pero de alguna manera no lo son…
“La carrocería es completamente Wartburg, el chasis argentino”, explica Enrico Martin (43), presidente del Club de Conductores General Wartburg en Eisenach (AWE).
Luego de contactos iniciales en 2016, viajó a Buenos Aires en 2022 para ubicar brevemente a algunos de los restantes Graciela Wartburg, GW. Para explorar un capítulo de la historia automotriz de Eisenach que fue barrido debajo de la alfombra.
La razón: ¡entonces no se hablaba de relaciones comerciales con la Argentina neofascista!
Pero ahora salió a relucir: en 1956, la RDA exportó a Córdoba 873 motores DKW, que fueron instalados en la planta de Tinfea en el auto nacional argentino, el sedán Graciela. En 1962, se enviaron 511 311 completos como piezas individuales y se alojaron en el marco del viejo sedán en el sitio hasta 1964.
Martín leyó los detalles: “Se implementaron dos corchetes para que el organismo alemán pudiera aplicar la ley argentina”. Otras diferencias: emblema GW, asiento continuo, sin calefacción, parrilla, parachoques y tapacubos diferentes. Uno de los diez carruajes conservados vendrá al Museo Eisenach durante mucho tiempo.
Más información sobre la historia de Graciela Wartburg estará disponible en una conferencia especial en la reunión de autos clásicos “Starkler” en Eisenach el sábado a las 2 pm.
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