Mucha gente en Alemania sufre de depresión. Mientras investigaba las causas, un profesor de la Universidad Charité ha hecho un descubrimiento innovador.
Bremen – Se sabe desde hace mucho tiempo que la depresión es una enfermedad muy extendida. Según la Sociedad Alemana Antidepresión, alrededor del 8,2% de los adultos en Alemania la padecen. Ahora, tratar la depresión puede ser un cambio de paradigma. Stefan Gold, jefe del nuevo Departamento de Biopsiquiatría del famoso Hospital Universitario Charité de Berlín, ha hecho un descubrimiento sorprendente: las llamadas “células zombis” desempeñan un papel crucial. En conversación con Spektrum.de Explica los detalles.
La misteriosa enfermedad depresiva: nuevos hallazgos dan esperanza
Según las investigaciones actuales, la enfermedad depresiva suele ser causada por una deficiencia de los neurotransmisores serotonina y norepinefrina en el cerebro. En consecuencia, la enfermedad se trata con los llamados antidepresivos, cuyo objetivo es corregir específicamente el déficit, con éxito: el tratamiento es eficaz para al menos el 50 por ciento de los pacientes. Sin embargo, la profesora Charité Gould tiene dudas sobre si la falta de sustancias transmisoras en el sistema nervioso es realmente la causa de la depresión. Para él, otras sustancias mensajeras se convirtieron en el centro de su investigación: aquellas que causan o mantienen la inflamación en el cuerpo.
¿Quién no lo sabe? Cuando se acerca un resfriado grave o una gripe, a menudo uno se estresa más, se pone de mal humor y se siente mentalmente inestable en los días previos a la infección, algo similar a la depresión, explica Gould a spektrum.de. Un comportamiento conocido como “comportamiento de enfermedad” que se ha demostrado que es causado por sustancias inflamatorias. Para el profesor Charité, este es un orden de la naturaleza perfectamente lógico: cualquier persona que padezca una enfermedad infecciosa debería, razonablemente, entrar en un “retraimiento social”, como él lo llama. Pero otro aspecto crucial de su tesis es que los niveles de inflamación desempeñan un papel mucho más importante en la enfermedad depresiva. Aquí entran en juego las llamadas células zombies, que también están relacionadas con el envejecimiento prematuro de la piel y el cáncer, informa fr.de.
La inflamación puede desempeñar un papel importante en la depresión.
Gould señala un estudio realizado en ratones: Los ratones obesos no sólo desarrollaron problemas metabólicos, sino que también desarrollaron depresión. Los investigadores encontraron en sus cerebros grandes cantidades de “células zombis” que producen sustancias inflamatorias no programadas. Cuando estas células zombies se desactivaron específicamente, la depresión también desapareció en los ratones. A partir del ejemplo del “comportamiento de enfermedad” y del estudio con ratones, Gould llega a la conclusión de que los mensajes inflamatorios o un exceso de células grasas, que luego producen sustancias inflamatorias, pueden contribuir a los síntomas de la depresión.
¿Qué es la depresión?
En términos médicos, la depresión es una enfermedad grave que tiene un impacto significativo en la forma en que una persona siente, piensa y se comporta. Puede estar asociado con disfunción del cerebro y otras funciones corporales. La depresión se manifiesta por mal humor, falta de motivación y pensamientos negativos.
Fuente: Fundación Alemana para la Prevención de la Depresión y el Suicidio
Para su tesis presenta otro argumento interesante: según Gould, las personas con presión arterial alta tienen más probabilidades de sufrir depresión. Sin embargo, los afectados a menudo no saben nada sobre su enfermedad, ya que la hipertensión arterial a menudo no presenta ningún síntoma, pero el riesgo de desarrollar depresión se cuadriplica. Esto puede deberse a un denominador común: procesos inflamatorios en el organismo.
Descubrimiento con consecuencias: la depresión puede ser causada por procesos biológicos
Esto significa nada menos que que los procesos biológicos pueden provocar depresión, al menos en algunos pacientes. Esto significa que no son sólo las disposiciones genéticas o las experiencias estresantes de la infancia las que pueden ser atribuidas a esta enfermedad. Pero como también enfatiza Gould: Esta tesis ahora debe continuar en estudios de tratamiento.
La causa de la depresión no se ha comprendido completamente desde que comenzaron las investigaciones en la década de 1950. La enfermedad sigue siendo demasiado multifacética y compleja para analizar la causa en una respuesta simple. Sin embargo, el nuevo enfoque del profesor Charité podría arrojar más luz sobre esta cuestión.
Si usted o alguien que conoce está pasando por una crisis existencial o depresión, llame al servicio de asesoramiento telefónico al 0800 111 0111. También encontrará ayuda para la depresión y otras emergencias psicológicas en www.deutsche-depressionshilfe.de.
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