Boca Juniors se convirtió en campeón argentino por 35ª vez, y tuvo que agradecer a su archirrival River Plate en el choque de la última jornada.
Emoción en Boca, Tristeza en Racing.
Imágenes Getty (2)
La galaxia estaba bastante loca. Una vista previa de lo que está por venir: el choque por el campeonato de Argentina debería tener lugar el domingo por la noche (CEST).
Boca está un punto por delante de Racing en las últimas 27 jornadas de la liga 28 y, por supuesto, las finales de los dos clubes argentinos más grandes se llevaron a cabo al mismo tiempo. Y no contra nadie.
Mientras Boca se enfrentó al archirrival de Racing, Independente, el archirrival de Boca, River, pudo detener a Racing en una pelea cara a cara. Sus respectivos invitados tenían muchas opciones: rendirse ante el aspirante a campeón sospechosamente débil o asegurarse de que se les permitiera animar a su amado enemigo.
Elogio de la libertad y el río
Al día siguiente del enfrentamiento, que en realidad no debió una escena, los protagonistas de los dos ‘actores secundarios’ recibieron un enorme reconocimiento. Tanto Independiente como River fueron seleccionados. El campeonato deparó un último acto en la carrera, del que se hablará en Argentina durante mucho tiempo.
Poco pasó al principio. Ambos juegos estaban 0-0 después de media hora. Luego, Independiente tomó repentinamente la delantera, pero dos minutos después Boca Juniors empató y se mantuvo en la cima de la tabla en vivo. Se pusieron por delante tras el descanso con un lanzamiento de falta de Sebastián Villa, pero después Racing también se puso en cabeza. Fue emocionante.
Los nervios se adormecen
Casi simultáneamente, los dos rivales por el título empataron en el minuto 80, con Boca celebrando el empate como una victoria. Porque si no hubo ganador, los ex club Diego Armando Maradona o Juan Román Riquelme fueron los campeones. Luego un silbido. Se les podía escuchar pasando el rato con sus teléfonos móviles en la Pomponera, al margen y en las gradas. Penalti por carrera en el minuto 90.
Unos kilómetros más tarde, Boca no pudo lograr su propia victoria cuando el arquero de Rivers, Franco Armani, paró el penalti de Jonathan Galván. En cambio, River salió victorioso con un contraataque tardío, lo que finalmente desbloqueó la gran fiesta de Archivale.
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