China capturó otro satélite inactivo y lo movió de una órbita abarrotada a una órbita en la que puede orbitar la Tierra de una manera menos turbulenta y peligrosa. Esto fue informado por Spacenews, citando a la compañía de monitoreo satelital ExoAnalytic.
Allí se ha seguido de cerca la órbita del satélite Shijian-21 durante las últimas semanas y se han analizado las maniobras realizadas. Al retirar los desechos espaciales, China ha demostrado que puede realizar misiones en el espacio que actualmente están siendo probadas o preparadas por EE. UU. y Europa. Se pueden utilizar con fines pacíficos en la lucha contra la basura espacial, pero también con fines militares, por lo que se exige más transparencia al Reino Medio.
de vuelta del trabajo
Shijian-21 se lanzó el 24 de octubre. En ese momento, se dijo que el satélite “se utilizaría principalmente para probar la tecnología de eliminación de desechos espaciales”. No hubo más información, pero la operación pudo ser rastreada desde el suelo. Como resumen las noticias espacialesLuego, el satélite realizó varias maniobras de convergencia de otros objetos en la órbita de la Tierra antes de convertirse en el satélite inactivo Beidou-2 G2, que ha estado en órbita geoestacionaria durante años. Shijian 21 luego lo acopló y finalmente encendió sus motores para impulsarlo 3.000 km sobre órbitas de satélites geoestacionarios. El miércoles rompió con él y volvió.
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Varias agencias espaciales están trabajando en tecnología para realizar este tipo de maniobras con el apoyo de empresas privadas. En 2025, la empresa suiza Clearspace retirará de la órbita una pieza de basura espacial para la Agencia Espacial Europea. En el episodio actual de #heiseshow, Holger Kraj, jefe del Programa de Seguridad Espacial de la Agencia Espacial Europea, explicó que esta es la única forma de evitar el peligro que representan los objetos de desechos espaciales particularmente grandes. En caso de colisión, podría romperse en innumerables pedazos, lo que representa un peligro formidable para otros satélites. Al mismo tiempo, la tecnología también podría usarse con fines militares para atacar satélites de naciones hostiles, dice Victoria Samson de Secure World Foundation. Para disipar las preocupaciones a este respecto, se necesita más transparencia.
(mes)
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