Los investigadores encontraron agua, polvo y moléculas orgánicas en una de las regiones más duras de la Vía Láctea. Son componentes importantes para la formación de planetas y de vida similar a la Tierra.
Contrariamente a las expectativas anteriores, los planetas rocosos similares a la Tierra también pueden formarse en regiones del espacio donde prevalecen condiciones duras. Esta es la conclusión a la que llegaron investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA) de Heidelberg.
Para ello, la astrónoma Claudia Ramírez-Taños y su equipo analizaron nuevos datos del Telescopio Espacial James Webb. Ja resultados Sugiere que planetas similares a la Tierra podrían formarse en condiciones muy diferentes. Por lo tanto, el espacio podría albergar un mayor número de planetas similares a la Tierra de lo que se pensaba anteriormente y, por lo tanto, más regiones en las que se podrían encontrar evidencias de vida potencial.
Planetas similares a la Tierra incluso en entornos inhóspitos
Utilizando el telescopio espacial James Webb, el grupo de investigación observó una región a 5.500 años luz de distancia, donde estrellas particularmente masivas y, por tanto, muy calientes y luminosas, crean condiciones inhóspitas. Y en las proximidades de estos monstruos cósmicos también hay estrellas jóvenes similares a nuestro Sol. Estas estrellas de baja masa suelen estar rodeadas de discos de polvo y gas.
En uno de estos discos, llamado XUE-1, el equipo de investigación ha encontrado agua, polvo y partículas ricas en carbono, por primera vez en un entorno tan inhóspito. Esto es emocionante para los investigadores:
¡Estos resultados son inesperados y emocionantes! Muestra que incluso en los entornos más hostiles de nuestra galaxia, existen condiciones para la formación de planetas similares a la Tierra y los ingredientes para la vida.
¿Cómo encontraron los investigadores el agua?
El disco XUE-1 se encuentra a miles de años luz de la Tierra. Los investigadores pueden mirar profundamente en el espacio gracias al telescopio espacial James Webb. Claudia Ramírez Tanos y su equipo lo utilizaron para registrar espectros de luz. Cuando el telescopio espacial apuntó al disco de polvo, registró las longitudes de onda características de la luz emitida por las partículas del disco. A pesar de la gran distancia entre la Tierra y XUE-1, los investigadores del MPIA ahora pueden decir con gran confianza, por ejemplo, que allí hay agua y dióxido de carbono.
Sin agua y carbono no habría planetas similares a la Tierra
La región estelar en la que se encuentra XUE-1 está bañada por radiación ultravioleta de alta energía. La razón de esto es la presencia de muchas estrellas masivas en la región. Hasta ahora los expertos se mostraban escépticos sobre la posibilidad de que aquí se encuentren aquí agua, polvo y compuestos de carbono en concentraciones tan elevadas. “No estábamos seguros de si había un disco alrededor de estas estrellas similares al Sol, o si las moléculas habían sido destruidas por la radiación ultravioleta”, dice Ramírez-Taños.
Sin compuestos químicos como el agua y el carbono, la formación de planetas similares a la Tierra sería impensable. El hecho de que Ramírez-Taños y su equipo pudieran encontrar tales conexiones en una de las regiones más inhóspitas de la Vía Láctea ha ampliado fundamentalmente la idea de cómo y dónde se forman los planetas rocosos.
El telescopio James Webb abre nuevas posibilidades
Estas investigaciones pioneras fueron posibles gracias a la visión profunda del Telescopio James Webb. Hasta ahora sólo era posible examinar las regiones de formación de estrellas más cercanas a la Tierra. Esto provocó un vacío en la investigación: en estas regiones no hay estrellas masivas.
En astrofísica existe una verdadera atmósfera de fiebre del oro debido a las nuevas capacidades del telescopio James Webb, afirma el astrónomo Roy van Bokel, coautor del estudio. “Cuando de repente hay un avance tan grande en las capacidades técnicas, te encuentras con muchas, muchas cosas nuevas que no podrías haber imaginado. Actualmente vivimos en esa época.
Continúa la búsqueda de planetas similares a la Tierra
Los resultados de la investigación muestran que podrían formarse planetas similares a la Tierra al menos en el entorno inhóspito de XUE-1. Los investigadores ahora quieren saber si esto también ocurre en otros lugares con condiciones igualmente duras. Ya están en el proceso de observar catorce regiones similares en la Vía Láctea, para poder estimar si los planetas similares a la Tierra son más comunes en el espacio de lo que se pensaba anteriormente.
James Webb acaba de abrirnos los ojos a una ventana completamente nueva. Ahora podemos estudiar el universo a distancias mucho mayores. Entonces sí, definitivamente: estamos esperando más.
Kiss Pascal, SWR, Tagesschau, 2 de diciembre de 2023, 08:18
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