La confederación sindical CGT de Argentina ha vuelto a protestar con una huelga general a nivel nacional contra las políticas de austeridad del presidente ultraliberal Javier Milei. Como resultado, el transporte público local y el tráfico aéreo en el país sudamericano quedaron prácticamente paralizados.
Muchas tiendas cerraron porque los empleados no podían acudir a sus lugares de trabajo. La huelga también afectó a bancos, supermercados, escuelas, universidades, transporte, recogida de basura y oficinas de correos.
La CGT, junto con otros representantes sindicales, dijo que la huelga era “para defender la democracia, los derechos de los trabajadores y un salario digno”. La ministra del Interior, Patricia Bullrich, calificó la huelga como una señal de debilidad. “Hay que dejar de preocuparse y ponerse a trabajar”, dijo.
En Buenos Aires, se arrojaron piedras contra dos autobuses que circulaban desafiando la huelga. Un taxista que no participó en la huelga dijo al canal de televisión TN: “Si no trabajo, no tengo qué comer, tengo que trabajar para mantener a mi familia”.
Esta es la segunda huelga general en Argentina en cinco meses. El país se encuentra en una grave crisis económica. La tasa de inflación supera el 280 por ciento. Argentina Rumbo a la recesión.
Como parte de sus duras medidas de austeridad, Milei recientemente recortó miles de empleos en el sector público, redujo subsidios y destruyó programas sociales. Cientos de miles de personas se manifestaron en protestas masivas contra los recortes a la educación.
La confederación sindical CGT de Argentina ha vuelto a protestar con una huelga general a nivel nacional contra las políticas de austeridad del presidente ultraliberal Javier Millay. Como resultado, el transporte público local y el tráfico aéreo en el país sudamericano quedaron prácticamente paralizados.
Muchas tiendas cerraron porque los empleados no podían acudir a sus lugares de trabajo. La huelga también afectó a bancos, supermercados, escuelas, universidades, transporte, recogida de basura y correos.
La CGT, junto con otros representantes sindicales, dijo que la huelga era “para defender la democracia, los derechos de los trabajadores y un salario digno”. La ministra del Interior, Patricia Bullrich, calificó la huelga como una señal de debilidad. “Hay que dejar de preocuparse y ponerse a trabajar”, dijo.
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