La política es un negocio difícil, por lo que sus operadores no sólo necesitan columna vertebral, sino también apoyo: personas, familiares, amigos, animales. El presidente estadounidense Barack Obama tenía un perro de agua llamado Bo y Bill Clinton tenía un gato llamado Sox. A Winston Churchill le encantaban los caniches, a Konrad Adenauer le encantaban sus rottweilers y, según se informa, Margaret Thatcher trajo una sardina de un viaje para un gato llamado Wilberforce.
Pero el amor de Javier Mili por los perros es extraordinario. El jefe de Estado de Argentina posee una manada de mastines, animales enormes con bocas anchas y frentes arrugadas. Entre ellos se encuentran los nombres de economistas famosos, de los cuales se dice que todos son clones del perro favorito del presidente, Conan, que murió en 2017.
Los llama sus “hijos de cuatro patas” y está grabado en la cabeza del bastón ceremonial que recibe todo presidente de Argentina en su toma de posesión. Esto plantea dudas, por ejemplo, sobre si ese amor por los animales va demasiado lejos, pero también sobre cuán grande es realmente la manada de mastines de Miley.
Porque de las fotos del hombre de 53 años con sus perros sólo se ven cuatro. En una entrevista televisiva hace unos años con sus amigos de cuatro patas: Cuatro cachorros, nada más. Los biógrafos también confirman el número y uno. Empleados de la empresa¿Quién es responsable de la clonación?
Sin embargo, cuando un periodista preguntó recientemente al presidente argentino por sus cuatro perros, este lo corrigió: “Son cinco”. Y se puede encontrar a gran parte del personal presidencial.
Argentina lleva semanas confundida sobre lo que está pasando. Programas enteros de radio y televisión tratan el tema. Una teoría: Miley no pudo afrontar la muerte de su querido perro, que falleció en 2017. Supuestamente intentó contactar a un amigo de cuatro patas en el más allá a través de un médium: ¿no puede el presidente ver cinco mastines cuando en realidad solo hay cuatro?
Por supuesto, el gobierno pronto podrá poner fin a esta especulación. Pero en lugar de una declaración aclaratoria, sólo hay un silencio férreo. No ayudó que una estación de radio hiciera una solicitud formal, citando la Ley de Acceso a la Información Pública. ¿La respuesta oficial? “El presidente tiene mascotas”. OK
Todo esto hace sospechar que Miley puede no estar interesada en aclarar el asunto con quienes la rodean. Argentina sufre una grave crisis, inflación de tres dígitos, pobreza y desempleo. Un portavoz del gobierno admite que la situación es “complicada”, por lo que se alegran de que ahora la atención se centre principalmente en los mastines de Miley. Pero: ¿cuántos son ahora? “Un asunto personal”, dice el locutor. Y: “Cuando el presidente dice cinco, son cinco”. Guau, hablé.
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