Buenos Aires (AP) – El expresidente argentino Mauricio Macri (2015-2019) fue acusado de espiar para el submarino ARA San Juan de 2017 que se hundió.
El juez federal Martín Bawa no ordenó la detención de Macri, pero ordenó la incautación de $100.000 pesos en el patrimonio de los empresarios equivalente a 900.000 euros. Además, a Macri, que había visitado Chile, no se le permitió salir de Argentina tras su regreso.
El expresidente ha sido acusado de espiar ilegalmente a familiares de soldados asesinados. El submarino “ARA San Juan” con 44 marineros desapareció en noviembre de 2017 en ruta desde Ushuaia, en el sur de Argentina, hasta Mar del Plata, en la costa atlántica. Un año después, los restos de un submarino de fabricación alemana se hundieron a una profundidad de 907 metros, 500 kilómetros al este del Golfo de San Jorge frente a las costas de la Patagonia.
Tras la desaparición del “ARA San Juan”, familiares de los marinos protagonizaron reiteradas manifestaciones exigiendo una investigación integral del accidente. Durante este tiempo, la AFI, el servicio secreto de Argentina, supuestamente intervino los teléfonos de los familiares de los soldados desaparecidos, monitoreó la actividad de las redes sociales y fotografió a los manifestantes. El juez Bawa encontró que Macri era el responsable de esta operación ilegal de inteligencia.
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