Ciencias
El Instituto Austriaco de Tecnología (AIT) fabrica baterías a partir de materiales reciclados. El instituto de investigación ha obtenido un importante contrato de investigación con la Unión Europea.
En el laboratorio de baterías de la calle Giefinggasse, en Floridsdorf, trabajan unos 35 expertos. El objetivo es desarrollar baterías que no requieran materias primas problemáticas como el litio, el níquel y el cobalto, explicó el director del proyecto Damien Cupid del AIT. “Por primera vez, al final del proyecto podremos producir una batería a partir de materiales reciclados”.
Materiales procedentes de residuos mineros.
Para esta batería del futuro se reciclarán baterías viejas, de las cuales actualmente sólo alrededor del 40 por ciento se reciclan o incineran. También se están experimentando con materias primas alternativas: “Los relaves mineros contienen mucho cobalto, níquel y manganeso. Nuestros paneles fotovoltaicos contienen silicio. También podemos reutilizarlo.
“El gran objetivo es volverse lo más independiente posible en Europa en términos de producción y fabricación. Hay que imaginar que la producción en masa es, por supuesto, algo que tenemos que aprender de nuevo en Europa, especialmente en el sector de las baterías”, afirmó Markus Jahn. Jefe de la unidad de investigación de baterías del AIT. Lo que se construye en el centro de investigación se puede utilizar directamente en vehículos.
El Instituto Austriaco de Tecnología trabaja en baterías sostenibles
El Instituto Austriaco de Tecnología (AIT) fabrica baterías a partir de materiales reciclados. El instituto de investigación ha obtenido un importante contrato de investigación con la Unión Europea.
¿Qué materiales aplica?
La sostenibilidad no sólo se tiene en cuenta en los materiales, sino también en la producción. “¿Cómo podemos utilizar menos disolventes en la producción y, en general, cómo podemos utilizar menos electricidad y gas en la producción?”, preguntó Jan. Todavía no es posible predecir si las baterías desarrolladas aquí podrán producirse en masa y qué tipos específicos de baterías se crearán.
También depende del campo de aplicación posterior, afirmó Jan. “Por ejemplo, algunos vehículos necesitan un determinado tipo de batería, mientras que los patinetes eléctricos pueden necesitar un tipo diferente. Esto es exactamente lo que estamos buscando: ¿qué aplicación es adecuada para cada material?” El proyecto durará tres años Según los expertos, este es un camino muy abierto pero prometedor hacia una “batería verde”: el proyecto de Viena está financiado por la Unión Europea con un millón de euros.
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