Los informes de problemas de estabilidad con las CPU de escritorio de 14.ª y 13.ª generación de Intel se han ido acumulando desde hace algún tiempo. Estos problemas no sólo afectan a los usuarios individuales, sino que parecen ser un problema generalizado que afecta tanto a clientes privados como a usuarios profesionales.
Al principio, Intel estaba confundido sobre la causa de los problemas de estabilidad. Durante meses, ha habido pocos avances, aparte de que los fabricantes de placas base recomiendan utilizar los límites de rendimiento predeterminados y corregir el error de eTVB. La falta de progreso y comunicación de Intel ha provocado una importante insatisfacción de los clientes. Además de los problemas de estabilidad reales, cada vez hay más informes de servicio al cliente inadecuado y dificultades para procesar solicitudes de RMA.
En un caso particularmente evidente, Intel rechazó una solicitud de RMA para un procesador Core i9-13900KF defectuoso, a pesar de que inicialmente se había prometido. El cliente envió dos CPU (Core i9-13900KF y Core i7-14700KF) para RMA. Si bien la RMA para el Core i7 se completó con éxito, Intel se negó a aceptar el Core i9. El motivo del rechazo fue un supuesto error de PCIe que limitaba el uso del bus Core i9. Aunque Intel inicialmente reemplazó la CPU, el problema volvió a aparecer al poco tiempo. El registrador de eventos registró 44242 errores ocurridos en cuatro meses. A pesar de las pruebas claras, Intel denegó la segunda solicitud de RMA del cliente.
Datos independientes de Level1Techs confirman la acumulación de errores en las CPU de 13.ª y 14.ª generación de Intel. En los datos de telemetría del juego Oodle, Team Blue (Intel) registró 1.431 errores de descompresión, mientras que AMD solo tuvo cuatro errores de este tipo en comparación. El desglose muestra que más del 70% de las CPU Intel son vulnerables a errores, en comparación con el 30% de AMD. Estas cifras ilustran la magnitud del problema y arrojan una luz preocupante sobre la calidad de los productos de Intel.
La continua falta de soluciones y la experiencia negativa del cliente podrían dañar permanentemente la reputación de Intel. Los problemas de estabilidad también podrían afectar el lanzamiento de las próximas CPU de escritorio Arrow Lake y poner a Intel nuevamente en competencia con AMD. Algunos fabricantes de PC y proveedores de sistemas ya han informado que están cambiando a los chips Ryzen de AMD debido a problemas.
Intel necesita actuar urgentemente para abordar los problemas de estabilidad de sus CPU y recuperar la confianza de sus clientes. Esto incluye desarrollar una resolución definitiva de problemas, mejorar la comunicación con el cliente y garantizar un proceso RMA fluido y centrado en el cliente. Sólo mediante una acción decisiva podrá Intel limitar el daño a su reputación y mantener su posición en el mercado de CPU de escritorio.
fuente: Tiempos de hardware, Hassan Mujtaba
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