El ministro de Asuntos Económicos, Sergio Massa, se está recuperando antes de la segunda vuelta de las elecciones en Argentina. Su objetivo: frenar al ultraderechista Javier Mille.
Buenos Aires taz | La tasa de inflación de Argentina aumentó al 142,7 por ciento interanual en octubre. Fue la última cifra oficial publicada por la Oficina Nacional de Estadísticas el lunes antes de las elecciones presidenciales.
El próximo domingo, 35,4 millones de votantes tendrán que elegir entre el actual ministro de Economía, Sergio Massa, del gobierno de izquierda progresista, y el autoproclamado anarcocapitalista Javier Mille. El voto es obligatorio.
Y es una carrera abierta. Massa quedó en primer lugar con el 36,7 por ciento de los votos, mientras que Miley terminó en segundo lugar con poco menos del 30 por ciento.
Según el análisis electoral, ambos candidatos lograron movilizar a sus votantes potenciales en la primera vuelta. Quien obtenga más votos entre los candidatos eliminados ganará la segunda vuelta. El expresidente conservador Mauricio Macri y su perdedora en primera vuelta, Patricia Bullrich, tardaron menos de 48 horas en pedir el apoyo de Miley.
Profundamente frustrado por la oportunidad de Miley
En términos puramente matemáticos, esto representaría la mayoría de Miley. Sin embargo, el economista libertario de 53 años es inelegible para muchos, sobre todo por sus planes de dolarizar la economía, abolir el banco central y desregular radicalmente el Estado.
Con su visión radical del mercado, justifica la libre venta de armas y el tráfico de órganos, niega los crímenes de la dictadura y quiere remodelar el sistema público de educación y salud en línea con el mercado. Sus acusaciones contra las minorías de la comunidad LBGT+ también asustan a muchos.
El hecho de que Miley todavía tenga buenas perspectivas se debe a la profunda frustración de muchos por el declive económico y social de los últimos 15 años. Más del 40 por ciento de la población vive en la pobreza. “Objetivamente, la gente vive cada vez peor. Miley está enojada, no finge. Todas las alternativas anteriores han llevado a más sufrimiento”, dice Luis Campos, defensor de los derechos sociales de la Central de Trabajadores de la Argentina. Alguien que pueda acabar con todo parece una opción sensata para muchos, al parecer, dice Campos.
Sergio Massa, en cambio, se muestra como la luz al final del túnel. Como si fuera el Ministro de Economía y no tuviera nada que ver con el gobierno actual y la crisis general, eso está mal.
Alrededor del 20 por ciento de los votantes quiere que terminen los gobiernos de Kirchner, pero tampoco quieren una presidencia anarcocapitalista de extrema derecha. El futuro presidente será algo más redundante que el perdedor.
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