¡Disturbios entre la élite rusa!
El servicio de inteligencia exterior de Estonia ha publicado un documento explosivo que analiza las estructuras de poder de Rusia. La conclusión de los estonios bien informados: el liderazgo ruso está muy preocupado por el fracaso militar en Ucrania.
Pero en lugar de darse por vencidos, los poderosos rusos están decididos a seguir luchando, ¡y se están volviendo aún más extremos! Este sistema puede poner en peligro el régimen del dictador del Kremlin Vladimir Putin (70).
La inteligencia estonia informa que la facción radical de la élite gobernante está tratando de “pasar a primer plano”. Al mismo tiempo, los sectores moderados de la dirección rusa comenzaron a “hacer declaraciones extremas”.
La explicación de los estonios: “Su comportamiento puede ser una señal de pánico; tal vez se hayan dado cuenta de que la guerra en Ucrania fue un error enorme e irreparable y que la única forma de avanzar es seguir luchando y utilizando métodos cada vez más radicales”.
Los agentes de inteligencia creen que radicalizar a los rusos también podría ser el plan de Putin. “Tal vez parte de la táctica de Putin es dejar que los extremistas pasen a primer plano para demostrar que con su desaparición un grupo más extremista llegará al poder”.
El plan de Putin podría fracasar
Esta también puede ser la razón por la que Putin ha permitido que los líderes militares Yevgeny Prigozhin, de 62 años, y Ramzan Kadyrov, de 46, hagan su trabajo. El jefe mercenario Prigoshine y el jefe de Chechenia Kadyrov se encuentran entre los miembros más radicales de la élite rusa, y han explotado la guerra para hacerse más conocidos entre el público ruso y expandir su poder.
Preocupación potencial de Putin: las fuerzas moderadas podrían tratar de presentarse como una alternativa a su régimen. Para evitar esto, permitió que Prigoshine y Kadyrov hicieran lo que quisieran y provocó que “figuras anteriormente fuertes con una imagen moderada los desacreditaran por completo con declaraciones extremistas”.
Caso en cuestión: el ex primer ministro y presidente Dmitry Medvedev (57) fue visto una vez como la esperanza de una Rusia algo más liberal en el Kremlin. Pero, más recientemente, Medvedev ha llamado la atención con sus locas amenazas nucleares, amenazando a la mitad del mundo con la guerra.
¿Es el radicalismo ruso el ingenioso plan de Putin?
“Incluso si el ascenso de los radicales en la élite gobernante es parte de los cálculos de Putin, aún tendrá consecuencias para el presente y el futuro del régimen”, explica la inteligencia estonia.
Porque: en algún momento, a Putin le puede resultar “difícil domar a los extremistas envalentonados por su creciente influencia”. Principalmente porque él mismo se autorizó a hacerlo. “Prigozhin y Kadyrov son particularmente peligrosos en este sentido porque esencialmente cada uno tiene su propio ejército”, dijo el informe de inteligencia.
Actualmente son útiles para el Kremlin y, gracias a su poderío militar, son difíciles de domar.
(fpp)
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