Hay mucha información sobre temas de nutrición en todos los medios. No es fácil para el médico medio descubrir qué es beneficioso o incluso perjudicial. No faltan las verdades a medias y las falacias. En una dieta saludable, todos los micro y macro nutrientes ya están presentes. Por tanto, en medicina nutricional, en base a estudios, no cabe duda de que el uso preventivo de suplementos nutricionales en personas sanas no ofrece ningún beneficio. La situación es diferente cuando las personas tienen enfermedad inflamatoria intestinal crónica o enfermedad hepática.
Las personas con enfermedad celíaca también necesitan hierro, vitamina D, B12, K, ácido fólico y micronutrientes, por ejemplo, que pueden ser recetados por un médico. Un tema particularmente difícil es diferenciar entre una intolerancia alimentaria y una alergia alimentaria. Estos ocurren en alrededor del dos al ocho por ciento en Alemania. Se puede demostrar claramente mediante exámenes especiales, porque se lleva a cabo por la mediación de la inmunidad. La prueba es posible gracias al diagnóstico paso a paso. Alrededor del 25 al 30 por ciento de la población sufre de intolerancia. En estos casos, la documentación cuidadosa (diarios de alimentos) de la ingesta de alimentos por parte del paciente suele ser muy útil. Una “enfermedad común” en particular es el llamado síndrome del intestino irritable, que afecta a alrededor del 11 por ciento de las personas en todo el mundo.
Algunos pacientes con síndrome del intestino irritable tienen problemas de estreñimiento, mientras que otros tienen síntomas más parecidos a la diarrea. En los últimos años, la asociación con la colonización bacteriana del intestino (microbioma), así como del eje intestino-cerebro, ha sido tema de debate científico. El tratamiento se lleva a cabo además de la terapia nutricional con terapia en el sentido de terapia de microbioma y posiblemente terapia con medicamentos. En algunos casos, se requiere psicoterapia. La investigación está muy interesada en la cuestión de si el microbioma desempeña un papel importante en el desarrollo y la progresión de las enfermedades inflamatorias del intestino (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn). Esto representa un enfoque terapéutico completamente nuevo, ya que se han hecho intentos para tratar la inflamación en el intestino con preparaciones antiinflamatorias y lo que se conoce como inmunosupresores.
Una vez más se hizo hincapié en la importancia de una dieta rica en fibra. La pauta es de 30 gramos por día. Este valor no se alcanza en la mayoría de los casos (18 a 19 gramos/día). Esto requería un suministro de líquido suficiente de aproximadamente 1,5 litros. A través de esta dieta, se pueden explorar las influencias relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero también la influencia sobre la hipertensión, la diabetes tipo 2 y el desarrollo de cáncer de intestino. La dieta debe contener verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
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